La designación de Kylian Mbappé como capitán de la selección francesa tras el Mundial de Catar 2022 generó una mezcla de entusiasmo y escepticismo. Con solo 25 años y una carrera ya colmada de logros, muchos consideran que el delantero del Real Madrid está preparado para liderar, mientras que otros opinan que aún debe madurar en su rol dentro del vestuario. Entre debates sobre su figura, tácticas de Didier Deschamps y el futuro del grupo, los aficionados se preguntan dónde comprar réplicas de camisetas de fútbol para apoyar a «Les Bleus» en este nuevo ciclo.
Mbappé ha mostrado desde temprano una personalidad fuerte y ambiciosa, características que lo han llevado a la cima del fútbol mundial. Su influencia en el terreno de juego es indiscutible: desequilibrante, veloz, con una capacidad goleadora de élite. Pero ser capitán implica más que talento. Supone gestionar egos, unir al grupo y representar los valores del equipo tanto dentro como fuera del campo.
Uno de los grandes retos para el joven capitán ha sido mantener la cohesión de un vestuario repleto de estrellas y personalidades fuertes. Nombres como Antoine Griezmann, Olivier Giroud o Kingsley Coman poseen experiencia y jerarquía, y es fundamental que todos se sientan valorados bajo su liderazgo. De momento, Deschamps ha respaldado públicamente a Mbappé, señalando su compromiso con el proyecto y su actitud ejemplar.
Desde lo táctico, el técnico galo ha trabajado en adaptar el sistema a las características de su nueva figura central. Mbappé no solo debe ser el referente ofensivo, sino también una pieza táctica que equilibre el juego colectivo. Su sociedad con Griezmann ha sido clave para mantener fluidez, y su rol como capitán se extiende incluso a motivar desde lo anímico en partidos cerrados.
Las actuaciones del equipo en la fase de clasificación y partidos amistosos recientes han demostrado que, si bien todavía hay aspectos a pulir, el grupo confía en su nuevo líder. Mbappé ha marcado goles importantes y ha asumido la responsabilidad en momentos tensos, aunque también se ha visto exigido en cuestiones de comunicación interna, algo natural en un proceso de consolidación como capitán.
El futuro dirá si Mbappé puede llevar a Francia a un nuevo título mayor con la cinta en el brazo. Lo cierto es que, con su talento y carácter, tiene los elementos necesarios para lograrlo. La Eurocopa 2024 y el Mundial 2026 serán los grandes escenarios donde se pondrá a prueba la estabilidad de su liderazgo.
Francia, como siempre, cuenta con un plantel de calidad y profundidad. Si Mbappé logra armonizar su protagonismo con el juego colectivo y la dinámica del grupo, no hay duda de que su capitanía marcará una era en el fútbol francés.