La gran pregunta que rodea a la selección argentina de cara al Mundial de 2026 es si Lionel Messi estará presente para defender nuevamente el título. A sus 39 años, su participación no está garantizada, pero tampoco descartada. En este contexto, Lionel Scaloni y su cuerpo técnico ya analizan cómo reconstruir una delantera capaz de mantener al equipo competitivo, con o sin la presencia del astro rosarino. Mientras tanto, los fanáticos siguen demostrando su pasión vistiendo camisetas de futbol baratas replicas de Argentina, celebrando tanto el presente como la historia del campeón del mundo.
Messi ha dejado claro en diversas entrevistas que su continuidad dependerá de cómo se sienta físicamente y del entorno competitivo en el que se encuentre. Su reciente rendimiento en la MLS demuestra que sigue teniendo calidad y visión, aunque la exigencia de un torneo como la Copa del Mundo representa un reto distinto. La selección deberá estar preparada para ambos escenarios: uno con Messi como guía, y otro en el que el protagonismo recaiga completamente en las nuevas generaciones.
En este sentido, jugadores como Julián Álvarez, Lautaro Martínez y Alejandro Garnacho están llamados a ser protagonistas en la ofensiva albiceleste. Julián, con su capacidad de movilidad y presión alta, ya demostró su valía en Qatar 2022. Lautaro, pese a su irregularidad en los últimos torneos, sigue siendo uno de los delanteros con mejor olfato goleador del continente. Garnacho, aún joven, aporta desborde, velocidad y un perfil distinto que puede ser clave en la transición generacional.
La reconstrucción ofensiva también implica una revisión táctica. Scaloni ha experimentado con distintas formaciones, desde un 4-3-3 ofensivo hasta un 4-4-2 más equilibrado, dependiendo de los rivales y las circunstancias. La inclusión o ausencia de Messi obligará a adaptar el juego: con él, la selección gira a su alrededor; sin él, deberá encontrar mecanismos colectivos más distribuidos.
Además, la relación entre los nuevos talentos y los líderes del vestuario será esencial. Nombres como Ángel Di María y Nicolás Otamendi podrían acompañar a Messi en este nuevo ciclo, al menos en los tramos iniciales, aportando experiencia mientras los jóvenes terminan de asentarse.
El futuro del capitán argentino no solo condiciona la delantera, sino también el ánimo general de la hinchada. La posible despedida de Messi en un Mundial genera un componente emocional innegable, pero al mismo tiempo abre la puerta para que una nueva camada tome la responsabilidad de mantener viva la identidad futbolística de la Albiceleste.
Con o sin el astro de Rosario, Argentina se prepara para un nuevo desafío, sabiendo que el camino a 2026 será exigente. La Copa América y las Eliminatorias servirán de termómetro para definir si Messi sigue siendo el faro del equipo o si comienza oficialmente una nueva era.